Un oficinista o estudiante medio puede pasar hasta 8 horas al día sentado en su escritorio. En realidad, estar sentado supone una gran tensión y presión para el cuerpo, y puede provocar una serie de complicaciones graves para la salud, como enfermedades cardiacas, diabetes y trombosis venosa profunda (TVP).
Aunque mucha gente cree que es normal quejarse de dolores y molestias después de un largo día sentado en el escritorio, a menudo el culpable es una silla inadecuada o un escritorio mal montado.
Lo ideal es sentarse con los pies apoyados en el suelo, las rodillas y las caderas paralelas y una presión mínima en la parte posterior de los muslos para mantener una postura óptima.
Los asientos ergonómicos pueden ayudar a reducir enormemente la tensión que soporta el cuerpo al proporcionar un apoyo adecuado y una mayor comodidad. Las sillas de oficina ergonómicas ya no son un artículo de lujo, sino una necesidad para la salud y el bienestar general de un empleado o estudiante.
A continuación le explicamos por qué debería actualizar las sillas de su lugar de trabajo o centro educativo lo antes posible:
1) Apoyo postural
Las sillas tradicionales pueden sobrecargar la columna vertebral y, con el tiempo, provocar malas posturas y aumentar la propensión a sufrir lesiones de espalda. Las sillas ergonómicas son totalmente ajustables para adaptarse a su altura y a su puesto de trabajo, lo que le garantiza una postura correcta al sentarse.
2) Ayuda contra el dolor de espalda
El dolor lumbar es una de las principales causas de baja laboral en Australia. Las sillas ergonómicas tienen un respaldo diseñado para soportar la curvatura natural de la columna vertebral. El respaldo también es más alto para proporcionar apoyo a toda la espalda.
3) Reduce el dolor de cuello
Los trabajadores de oficina suelen quejarse de rigidez en la zona del cuello y los hombros. Esto puede provocar complicaciones como la espondilosis, una pérdida del revestimiento cartilaginoso de las vértebras. Las sillas de oficina ergonómicas pueden incluir un reposacabezas para proporcionar apoyo también a la cabeza y el cuello.
4) Alivia la presión sobre la cadera
Una silla dura puede ejercer una presión innecesaria sobre las caderas. Las sillas ergonómicas tienen suficiente acolchado y profundidad para ayudar a apoyar las caderas y reducir esta tensión y presión.
5) Mejora la circulación sanguínea
Otro gran beneficio de las sillas ergonómicas es el efecto positivo que tienen sobre el flujo sanguíneo. Ajustar su asiento a un ángulo de 90 grados permite una circulación adecuada en las piernas. Una buena circulación evita que las piernas se hinchen o se entumezcan.
6) Aumenta la productividad
Unas sillas cómodas y que ofrezcan apoyo dan lugar a empleados o estudiantes felices y sanos, menos propensos a distraerse o a sufrir dolores y molestias que pueden obligar a ausentarse. Como resultado, la introducción de sillas de oficina ergonómicas ha supuesto un aumento de la productividad y la calidad del trabajo.